27 feb 2008

Asi vamos los de Bilbao a la playa...



Aupa Patxi !!!, que ya hemos llegado...

24 feb 2008

San Mames



Sobran las palabras... simplemente, La Catedral del futbol mundial.

Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza



La gran delantera del Athletic, esos si que eran delanteros, eso si que era futbol de verdad.

Athletic 1898-1998 - Centenario



Una pequeña reseña de la gran historia de este mágnifico club.

10 feb 2008

El Athletic somos nosotros (Luis de Castresana)

Recuerdo (ya lo he contado en El otro árbol de Gernika) cuanto estimulo y cuanta capacidad de apuntalamiento y de unión nos proporciono a los niños vizcaínos evacuados en el extranjero, durante la guerra, el hecho de tener una camiseta rojiblanca, que nos íbamos poniendo todos, por turnos, y llamar a nuestro equipo el Athletic de Bilbao. Creo que lo que hicimos entonces en Bruselas fue descubrir por nosotros mismos, desde la añoranza de la larga ausencia, una de las características que mejor y más hondamente definen el equipo bilbaíno: esto es, su identidad de cordón umbilical hombre-tierra, su capacidad geográfico-sentimental. Por la procedencia o cantera de sus jugadores, por una apretada historia que contacta con las raíces emocionales de nuestra tierra, el Athletic es para cada bilbaíno, y en general para cada vizcaíno, un símbolo genuinamente vivificador y representativo. Yo dije una vez en mi autorretrato, refiriéndome a mi infancia, que Aprendí antes la alineación del Athletic que la lista de los reyes godos. Y es verdad. Siendo yo niño, mi padre solía llevarme a San Mamés como un navarro lleva a su hijo a los Sanfermines a que corra a los toros por la calle de la Estafeta: con un sentido de orgullo y de tradición local. Cuando el Athletic volvía a casa con la copa, medio Bilbao iba en familia al Ayuntamiento a verlos llegar, a cantar el Alirón y aquella de Por el rió Nervión bajaba una gabarra. Los domingos por la noche, cuando volvía a casa a cenar, mi madre me preguntaba, infaliblemente: "¿Qué hemos hecho hoy, Luisito?". Y se llevaba un disgustillo si "habíamos" perdido. El once inquilino de San Mamés es para todos nosotros, creo yo, algo más, bastante más que un simple equipo de fútbol: es parte emocional e inseparable de nuestro Bilbao, de nuestra Vizcaya.

Y es que el Athletic (y de ahí la enorme solidez, la enorme fuerza de sus cimientos) está amasado con la levadura popular bochera, esta hecho a imagen y semejanza de Bilbao. En más de un sentido forma parte de nuestra identidad individual, de nuestra biografía humana. Creo que es la razón de que los vizcaínos amemos al Athletic como cosa propia. Sabemos que de algún modo tiene algo profundamente nuestro, algo que nos pertenece a todos individualmente y comunitariamente. Para mí, escritor de profesión, bilbaíno de a pie, fue un momento inolvidable aquel en que Gaínza y el entonces presidente del Athletic, don Julio Egusquiza, me impusieron la camiseta rojiblanca ante mis "compañeros" de equipo. Entre mis títulos contaré siempre, con emoción y orgullo, éste de ser el jugador número 12 del Athletic de Bilbao.