Volvió la liga, llevamos 5 jornadas, y como dice la cancion "la vida sigue igual" para nuestro Athletic.
Fuente : Patxi Herranz (El Correo Digital)
Si es usted árbitro, lea las instrucciones de sus medicamentos, pero no este artículo. Tengo un amigo en Sodupe que cuando te ve muy repeinado dice: «Parece que te ha lamido una vaca». Y entonces pienso en Muñiz Fernández, que le habría quitado el papel protagonista a Travolta en 'Grease' por chulería y exceso de brillantina, que no de brillantez. Como me empiezan a cuestionar en la calle, a ver si me estoy relajando, ahí va una de romanos.
El Athletic siempre juega fuera. Somos los 300 del fútbol. Y los árbitros nos toman por el pito de un sereno. Tanto que empiezo a estar hasta la gorra de oír que nunca perdemos por los árbitros, sino por nuestros propios errores. ¿Y sí no es así?
Suelo reconsiderar las actuaciones de los trencillas porque sé que es difícil, pero: ¿para qué llevan un pinganillo? Podrían llevar una minipimer, o un Ipod, si no se enteran de nada.
A estas alturas en la clasificación de juego limpio ocupamos la última plaza. Para hacernos una idea, el 'Depor' la encabeza con 5 puntos, el Real Madrid lleva 7, el Barça 9... Nosotros la cerramos con 24 puntos y no somos precisamente los leñadores de Canadá, ni los hermanos Dalton.
Montemos una historia imaginada. Así veo lo del otro día, me dirán ustedes si coinciden. Arbitraje-ficción con dos jugadas. Entrada de Amorebieta sobre Agüero, con codazo, corte en la cara y rostro sangrante: roja, expulsión, y apertura obligada de los informativos deportivos en todas las televisiones (que eso no se hace, que eso no se dice, que eso no se toca). A nosotros no nos pitó ni falta.
Seguimos. Imaginemos al Athletic con dos a cero a favor en el marcador, llega un gol de Forlán, apoyándose sobre Iraola que no hace nada por saltar. Solución: gol que hubiese subido al marcador. No hace falta que les diga lo que pasó. Sé nos queda la cara de Abel Resino.
No discuto la alta definición de los colchoneros, y que a nosotros, de seguir así, nos va a pillar el apagón analógico, pero lo digo de corazón: qué fácil es arbitrar en San Mamés. Se lo deben pasar en grande, cuando nos pitan las faltas en el centro del campo, y nos dicen que nos levantemos, cuando éstas son al borde del área. Que se lo pregunten a Aduriz, que debe soñar con ellos. No es para menos.
Y ahora un papelón. Hundir el 'submarino' amarillo. Los Beatles también cantaban otra que decía: 'We can work it out' ('podemos arreglarlo'). Eso sí, mejorando la puntería. La UEFA dice que no hay que tirar los balones fuera, vamos a hacerles caso esta vez, e intentemos meter alguno dentro.
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